La Mara Salvatrucha y La 18
Conocidas
como pandillas juveniles hay que destacar que la primera en formarse es La 18,
que se identifica así por estar en esa calle del sector de Rampart en Los
Ángeles. Sus integrantes, todos latinos y negros, comienzan a ser liderados por
mexicanos, que representan la mayor cantidad de inmigrantes en California.
Pero
luego surgen sus contrincantes o enemigos, que son los salvadoreños que forman
la llamada Mara Salvatrucha y a partir de ese momento comienzan a librar
batallas campales en busca de dominios de territorios.
En
escena aparecen jóvenes con sus cuerpos enteramente tatuados, cortes de pelos
punk, camisetas
Negras
con dibujos de calaveras, saludando con signos y lenguajes corporales propios y
herméticos, golpeando en la cara y escupiendo.
Ya
para este momento los registros dan cuenta que sólo en Los Ángeles hay 1,350
pandillas
Juveniles
integradas por 150 mil jóvenes de entre 11 y 18 años, quienes muestran
estadísticas
De
muerte con un promedio de mil homicidios al año y 33 mil detenciones por actos
reñidos
Por
la ley.
Las
escuelas se han convertido en los principales lugares de reclutamiento de
nuevos miembros para Las pandillas. La adhesión es a veces voluntaria y a veces
forzada o inducida con drogas, que se Convierten en adicción y más tarde en
sometimiento.
En el
instituto secundario Roosevelt, en el este de Los Ángeles, hay instalados
detectores de metales Para eliminar las armas en las aulas. Los controles se
hacen en la primera semana de clase y durante El resto del año en operativos
sorpresa.
En La
18 como en la Salvatrucha, no hay un "padrino" al estilo de la mafia,
pero sí un cuerpo de "veteranos" que desde las sombras controlan a
las pequeñas células formadas por chicos de apenas 11 años, explicó el oficial
de policía John White. Los "veteranos" organizan encuentros
Clandestinos con los jóvenes en los que distribuyen armas, entrenan sobre
estrategia y enemigos y Comparten la información sobre la policía.
Por
ahí los hondureños no se han quedado atrás y especialmente en la Calle de
Alvarado de Los Ángeles han tomado como suyo ese terreno para sus fechorías,
que van desde el cobro por "seguridad'' a los dueños de negocios, manejo
de los teléfonos públicos, tráfico de drogas y asaltos a quienes osen pisar
esos territorios.
En
los barrios y ciudades que ellos dominan se roban autos, se saquean casas, se
intimida a los vecinos. También se "alquilan" esquinas, incluso por
horas, a vendedores de droga que no pertenecen a la pandilla. Algunos
pandilleros reúnen entre 400 y mil dólares por día con estos "alquileres",
dijo White.
Los
"cien suburbios en busca de una ciudad" que conforman Los Ángeles
incluyen grupos
Vinculados
a carteles de droga, pandillas delictivas locales y bandas "no tan
sofisticadas ni
Desarrolladas
pero con una estructura que recuerda al viejo crimen organizado", explicó
el policía Kevin Rogers. Ahora estas dos pandillas tienen sus tentáculos en
todo Estados Unidos y cada una se ufana de decir que tienen mayor cantidad de
simpatizantes.
La
palabra mara
Pero
obviamente los creadores de estas pandillas han sido latinos que en determinado
momento han sido deportados o simplemente regresan de vacaciones a sus países y
es ahí donde comienza la proliferación en América Latina, incluida Honduras.
La
palabra mara es, sin dudas, puesta por los salvadoreños y lo usan como una
acortación de la palabra "Marabunta'', nombre de una hormiga salvaje que
habita en grandes cantidades y Arrasa las junglas amazónicas como una plaga.
Esta
acepción de la palabra mara ellos la usaron al identificarse como un grupo de
jóvenes que invadieron Estados Unidos, se regaron como una plaga y tomaron un
aspecto destructivo dentro de una ciudad tan gigantesca como Los Ángeles.
Al
igual que en Estados Unidos, en Honduras surgen numerosas organizaciones de mareros
con los más variados nombres, pero todas identificadas ya sea con La 18 o con la MS, abreviatura de la Mara Salvatrucha.
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